Salud Natural y Naturopatía
Salud natural y naturopatía: ciencia, evidencia y el papel de los complementos naturales
La salud natural y la naturopatía han cobrado un papel relevante en el bienestar integral, promoviendo enfoques holísticos que consideran cuerpo, mente y entorno. La medicina natural y tradicional, como señala la revista Investigación en Educación Médica, constituye un sistema de conocimiento estructurado que contribuye al entendimiento y la mejora de la salud humana, integrando principios y categorías propias que enriquecen los recursos terapéuticos y disminuyen los efectos adversos de los tratamientos convencionales.
La Organización Mundial de la Salud respalda la integración de la medicina natural y tradicional en los sistemas sanitarios, siempre que su calidad, seguridad y eficacia estén comprobadas. Así pues, la OMS fomenta el uso de la naturopatía y en nuestro centro promovemos la formación universitaria en Naturopatía.
En países como Cuba, la medicina natural y tradicional está integrada en el sistema nacional de salud y su uso se apoya en investigaciones clínicas publicadas en revistas científicas arbitradas, lo que refuerza la necesidad de estudios rigurosos y adaptados a cada población.
La naturopatía, en particular, se basa en la promoción de la salud y en el apoyo a la capacidad inherente del cuerpo para sanar. La Naturopatía Basada en la Evidencia (NBE) integra la experiencia clínica con la mejor evidencia científica disponible y las preferencias del paciente, buscando una práctica rigurosa y fundamental. Según el artículo “Análisis y Evaluación de la Evidencia Científica en Naturopatía”, este enfoque permite fortalecer la base científica de la disciplina y mejorar la calidad de la atención, aunque enfrenta desafíos metodológicos por su naturaleza holística y centrada en la persona.
Uno de los aspectos más populares de la salud natural es el uso de complementos alimenticios y productos a base de plantas. Un estudio transversal publicado en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética reveló que el 70% de la población encuestada consume complementos alimenticios o productos de origen vegetal para mejorar su salud, mientras que un 63,4% los utiliza como parte de su dieta habitual. Las principales motivaciones son mejorar el estado general, perder peso o incrementar el rendimiento deportivo. Sin embargo, la mayoría de estos productos son autoprescritos y su eficacia suele percibirse como leve y transitoria.
Es importante destacar que, según la legislación y los expertos en nutrición, los complementos alimenticios están destinados a complementar una dieta equilibrada, no a sustituirla. Solo en casos de déficits nutricionales diagnosticados, como la suplementación de vitamina B12 en personas veganas o el ácido fólico en mujeres embarazadas, su uso está claramente justificado, como expone el artículo de El País citando a especialistas como Juan Revenga y Jordi Salas-Salvadó. Además, la seguridad de los productos naturales no está garantizada únicamente por su origen; algunos pueden tener efectos adversos o interacciones con medicamentos, por lo que siempre se recomienda la supervisión profesional
En conclusión, la salud natural y la naturopatía ofrecen herramientas valiosas para la prevención y el tratamiento de enfermedades, siempre que se basen en la evidencia científica y se utilicen de manera responsable. El uso de complementos naturales puede ser beneficioso en situaciones específicas, pero su consumo debe estar guiado por profesionales y respaldado por estudios serios, como los mencionados, para garantizar la seguridad y la efectividad en cada caso.